lunes, 25 de noviembre de 2019

Sobre los cuentos


Esta semana queremos compartir con vosotras un Fragmento de la novela de Terry Pratchett "Brujas de viaje".
Ójala resulte tan significativo para vosotras como para nosotras.


Érase una vez…

Porque los cuentos son importantes.
La gente cree que son las personas las que dan forma a los cuentos. En realidad, es justo al revés.
Los cuentos existen con independencia de los que participan en ellos. Si uno sabe todo eso, el conocimiento es poder.
Los cuentos, grandes irones aleteantes de espaciotiempo, llevan revoloteando y desenrollándose por el universo desde el principio de los tiempos. Y además, han evolucionado. Los más débiles han muerto, y los más fuertes han sobrevivido, crecido y engordado de tanto contarlos una y otra vez… Los cuentos se retuercen, reptan por la oscuridad.
El hecho mismo de su existencia superpone una pauta sutil, pero insistente, al caos que es la historia. Las estrías de los cuentos están grabadas con tanta profundidad, que la gente las sigue de la misma manera que el agua sigue determinados senderos montaña abajo.
Y cada vez que un actor nuevo se cruza en el camino del cuento, la estría se profundiza aún más. A esto se lo denomina “teoría de la causalidad narrativa”, y quiere decir que el cuento, una vez ha comenzado, toma forma propia. Recoge las vibraciones de todas las elaboraciones de ese mismo cuento que ha habido a lo largo de los tiempos. Por eso, la historia siempre se repite. Por eso, un millar de héroes han
robado fuego a los dioses. Un millar de lobos se han comido a la abuela. Un millar de princesas han recibido sus respectivos besos. Un millón de actores, sin saberlo, han recorrido, sin saberlo, los senderos del cuento.
Ahora mismo, es completamente imposible que el tercer hijo de cualquier rey, el más joven, se embarque en una aventura en la que han fracasado ya sus hermanos mayores, y no tenga éxito.
A los cuentos les importa un rábano quién toma parte en ellos. Lo único que les importa es que se cuente el cuento, que el cuento se repita. O, si lo preferís, se puede mirar de la siguiente manera: los cuentos son una forma de vida parasitaria, moldean las vidas a su servicio, en función tan sólo del cuento en sí. 
Hay que ser una persona muy especial para combatirlos, para convertirse en el bicarbonato de la historia.
Érase una vez…
Derechos de autor 1988, Terry Pratchett)

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