Pensar es una actividad que está infravalorada.
La contemplación de alguien que está concentrado en sus
pensamientos despierta preocupación y malestar -“¿Qué te pasa, te noto pensativa?”- Sospechas y miradas suspicaces
–“Está muy pensativo, algo trama”- Y
veredictos categóricos – “Tu problema es
que piensas demasiado”-
Pensar se asocia a personas tristes o intensas, a intrigantes y
conspiradores, a postureo y gafapastas. Hasta los libros de autoayuda
nos asaltan con el mantra “Piensa
menos, vive más”.
Definitivamente, pensar no está de moda. Es algo que casi hay que
hacer en la clandestinidad, en la más estricta intimidad, con cierto pudor,
como nuestro aseo personal o nuestras necesidades fisiológicas. Sin testigos.
Por suerte, mientras unos insisten en el descrédito, otros libran
su particular cruzada para devolverle el sitio que se merece a uno de los actos
que más nos humaniza.
Es el caso de la Editorial
SM, con el libro de Anne-Sophie
Chilar, ilustrado con mano maestra y originalidad por Pascal Lemaitre, “PIENSO,
LUEGO INSISTO”. Un libro que dignifica el noble arte de pensar, solo apto para
exhibicionistas del pensamiento y espíritus de mente inquieta.
¿Quien soy? ¿Para
qué sirve el colegio? ¿Qué es “lo normal”? ¿Por qué hay guerras?
Dedicado a esos expertos preguntadores
que tenemos en casa. ¿Cuántas preguntas caben en la cabeza de un niño o de
una niña? Infinitas, afortunadamente. En esta obra caben treinta, treinta
interrogantes que convierten el arte de pensar en una aventura lúdica y adictiva
para compartir con tus hijxs. Un pasatiempo lector en el que te sorprenderá
descubrir cuántas respuestas caben en la cabeza de un adulto.
¿Qué es fracasar?
¿Qué quiere decir “ser una chica” o “ser un chico”? ¿Qué es la ira?
Sirviéndose del lenguaje del cómic, por sus páginas desfilan una
pandilla de criaturitas con forma de patata que se divierten de lo lindo
haciendo preguntas y buscando respuestas sobre la vida y el mundo. Junto a
ellos descubriremos que casi nunca hay una sola respuesta, que todas las
preguntas son fáciles y difíciles al mismo tiempo y, sobre todo, que lo
interesante no siempre es tener las respuestas, sino reflexionar sobre las
preguntas.
¿Qué es ser mayor?
¿Para qué sirve el arte? ¿Qué es justo o
injusto?
Este maravilloso juego lecto-conversador anima al niño y a la niña
a interrogarse y a construir su propio pensamiento. Pero también a los adultos
nos da la oportunidad de revisitar nuestras convicciones, de revisarlas y
resetearlas, si se diera el caso. Los más valientes pueden incluso hacer el
esfuerzo de conectarse con su niño o niña interior para averiguar cómo hubieran
respondido en su infancia. Seguro que hay preguntas que no te hiciste nunca y
otras para las que todavía sigues sin tener respuesta.
Me pregunto: ¿Hay
preguntas idiotas?
Lo que hay en este libro es mucha reflexión, humor, amor y poesía,
para ayudarnos a pensar por nosotras mismas. No en balde su contenido está
inspirado en unos talleres de filosofía con niñxs, en los que colaboraron
Jean-Charles Pettier y Oscar Brenifier, en calidad de asesores filosóficos,
para definir conceptos.
Y no. No hay preguntas tontas, sino tontos que no preguntan, que
dirían los personajes del libro.
Así que, solo por esta vez, no te lo pienses demasiado y pregunta por
él en tu librería. Si Descartes levantara la cabeza, sería para leerse este
libro.
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