lunes, 20 de mayo de 2024

ENTREVISTAMOS A ANA APIKA. Celebrando por celebrar.

Porque somos raras y celebramos por celebrar, porque cualquier excusa es buena. Queremos brindar por la primavera, la literatura y el trabajo tan formidable que han hecho las criaturas, sus familias y las profes en el mercadillo medieval que está a punto de ver la luz. También queremos compartir con toda la Comunidad la entrevista que le hicimos a nuestra Rara del mes de marzo, Ana Apika.

 No te pierdas ni una coma, te va a encantar conocerla un poco más. 


¿Ana quién te contaba cuentos cuando eras pequeña?

 Hola amig@s, pues he de decir que no recuerdo si alguien me contaba cuentos cuando era pequeña, pero ahora que mi madre tiene 92 años y paso tiempo con ella veo que es una gran narradora, sabe cantidad de refranes, dichos y diretes, poemas y demás, así que seguramente ella nos contaría cosas en casa...  Recuerdo también una profesora
de Historia que tuve cuando tenía unos 12 años y nos explicaba la lección con dibujos e historias, me quedaba embelesada con ella. También tuve la suerte de que mi tío trabajaba en una editorial y a través de él mis padres compraron una colección de libros con cuentos clásicos, cada volumen tenía unos cuentos cortitos y uno largo, y a mis hermanas y a mi nos gustaba mucho leeros. También se los leía a mi vecino cuando él tenía unos 4 años, ja,ja.  Hace poco que me los traje a casa y ahí los tengo esperando a ser releídos. 

 ¿Cuál era tu cuento favorito?

Pues recuerdo uno que se titulaba "Ratón rico y Ratón pobre", era un cuento ilustrado donde los ratones protagonistas eran muy iguales ya la vez muy diferentes, ya que uno lo tenía "todo" y el otro "nada". Recuerdo que el ratón pobre le regalaba a su mamá un collar en su cumpleaños juntando piedras blancas que cogía del rio. Me parece que me gustaba mucho porque reflejaba que cuando hay amor no hace falta nada más.

¿Cómo empezaste a contar cuentos?

Fue por casualidad. Con unas amigas montamos un negocio de fiestas de cumpleaños en Bilbao en el 94. Entre todas las cosas que se nos ocurría que podíamos hacer para amenizar las fiestas y que las niñas y niños lo pasaran bien aparecieron los cuentos contados y participativos. En un principio eran cuentos que nosotras mismas escribíamos, pero en seguida nos dimos cuenta de que hay mucho cuento en el aire y en los álbumes ilustrados. Aún recuerdo la primera vez que conté cuentos ante un grupo de escolares en un cole, me puse muy nerviosa, pero descubrí que me aportaba mucho y que al público le gustaba. Eso pasó en 1997 y aún no he parado de contar.

¿Cuál es el lugar más especial en el que has contado? ¿Dónde te gustaría contar y todavía no lo has hecho?

Sin duda todos los lugares son especiales porque el público siempre es diferente y se merece lo mejor. Contar en el Trabenco fue muy especial para mi porque conocía el proyecto y sabía que la atención y la escucha iban a ser muy buenas. Pero las contadas más especiales y más difíciles que he hecho fueron en el Hospital de Cruces, en el área de oncología con niños y niñas ingresados. Contaba una vez al mes y nunca sabía lo que me iba a encontrar, contaba de habitación en habitación con niñ@s desde los 2 a los 13 años de edad y a veces me encontraba con que no les apetecía escuchar cuentos de una desconocida. En esos casos les pasaba algunos libros a sus acompañantes.  El día más duro fue cuando volví al hospital después de ser madre. Pero también hubo momentos muy bonitos, 😉
He contado en tantos lugares: boleras, plazas, frontones, colegios, piscinas, escuelas, pasillos, bibliotecas, escaleras, desvanes, teatros. Me gusta mucho cambiar y variar. Me gustaría contar en un castillo que hay en un país de Europa donde a veces van narrador@s a contar a gente que está aprendiendo castellano, pero mira, no me acuerdo ni de como se llama. También me gustaría contar en euskera en las Euskal Etxeak que hay en América, son lugares donde se juntan los descendientes de los vascos que emigraron hace mucho tiempo; lugares donde se intentan conservar la esencia de la cultura vasca.¡ A ver si me animo a organizarlo! 

¿Qué es lo que más te gusta de tu oficio? 

Lo que más me gusta es estar con niñas y niños y hacer reír, sentir, pensar, disfrutar. Me gusta encontrar historias nuevas para contar y disfruto mucho haciendo crecer las historias que ya cuento. 

¿ Y lo me que menos?

Lo que menos me gusta es madrugar, 🙂 y el papeleo, las hora de oficina para enviar facturas y papeles y papeles que nos piden desde las administraciones.

Si fueras el personaje de un cuento popular ¿Quién serías?

Pues no me lo he planteado nunca. Yo creo que sería un poco como Karmele ( o Carmela) del cuento del Tío Lobo, pero finalmente haría algo para que el lobo no me comiera. Si no lo conocéis (seguro que sí) os lo cuento otro día, pero se pasa un poco de miedo.

Dinos tres ingredientes imprescindibles para ser una buena narradora

Cada maestrillo tiene su librillo, pero para mi una buena narradora tiene que tener mucha escucha (al público, al momento, a la situación..) , tiene que estar abierta y ser flexible (para amoldarse a lo que hay en cada momento) y tiene que tener sentido del humor y amar mucho al público. A veces me dicen que tengo mucha paciencia con l@s niñ@s, pero no es eso, es que quiero aceptarles, respetarles y escucharlos como quiero que me escuchen, me respeten y me acepten a mí.  Por supuesto he pasado por alto que una persona que quiere dedicarse a la narración tiene que elegir y preparar muy bien su repertorio y amar su trabajo

¿Quién te cuenta cuentos hoy a ti?

Me gusta mucho ir a escuchar a otros narradores y narradoras para que me cuenten cuentos. También me cuentan historias mi madre, mis amigas, mi hijo.. las historias de vida que pasan cada día y que es muy importante escuchar para mantenernos conectados y en comunicación. Las niñas y niños  me cuentan sus historias a veces, cuando hay tiempo. Hoy mismo después de la sesión en una biblioteca un niño de 6 años me ha enseñado un libro muy bonito y la historia que contenía.  

¿Cuál es tu cuento favorito?

    ¡Uy! Qué pregunta tan complicada. Mi cuento favorito para contar depende de cada momento, como estoy, como está el público, que necesitamos. Tengo 10 o 15 cuentos favoritos que son los que me acompañan por el mundo. Mi cuento favorito para que me cuenten es uno que me sorprenda y me haga darle vueltas al coco. Me gusta mucho el cuento Viejecitas de Charo Pita, que adopta una estructura tradicional para contar una historia de amor y ayuda donde las mujeres son protagonistas de sus vidas. ¡Cuándo vuelva al Trabenco os lo cuento!, aunque imagino que ya lo conoceréis.

¿Qué te llevas de tu visita al Trabenco?

    Dos cajas llenas de marionetas, una sonrisa muy grande en la cara y el corazón pletórico. 
    Muchas amigas y amigos, grandes y pequeñ@s.
    Las ganas de volver.
    Unas buenas sensaciones que no se me olvidarán nunca. 
    ¡Menuda presentación! En la vida me habían homenajeado de esa manera. 
    Me encanto contaros, en petit comité en la biblioteca y en el Maratón.
    Y me encantó que contarais conmigo, que pusierais en mi la confianza. 
    Muchas gracias de corazón. 
    También me llevo conoceros en persona y saber más de ese superproyecto de colegio             literario que es de los pocos en el mundo.
     
    Un beso muy grande para tod@s y cada un@de vosotr@s, sois fenomenales!!!! 


       BIBLIOABRAZOS TRABENQUEROS 
   

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