Nagore de 5º cuenta la historia de Hansel y Gretel
Al día siguiente, fueron toda la
familia al bosque en busca de leña y los niños se quedaron dormidos alrededor
de una hoguera. Por la noche no había nadie, los padres se habían ido y los
niños seguían dormidos. Gretel se puso a
llorar y Hansel la consoló diciendo, “Tranquila Gretel, he dejado un rastro de
migas de pan para que podamos volver a la cabaña”. “Vale”, contestó tímidamente
Gretel. Hansel fue a buscar el rastro de migas de pan, pero con tan mala suerte
que vio que se lo habían comido los pájaros, entonces se preocuparon y fueron a
dar vueltas por el bosque a ver si, por casualidad, encontraban su cabaña o la
de cualquier otra persona.
Y entonces, en ese momento, fue
cuando vieron una cabaña entera de chucherías, toda. Desde el tejado, con tejas
de azúcar hasta las ventanas. Todo. El caso es que no se anduvieron con “remilgamientos”,
se pusieron a zampar y les pilló la vieja que vivía en la casa, que en ese
momento les dijo, “¡pasad pasad!, veo que tenéis mucha hambre, podéis comer algo
aquí calentito y dormiréis esta noche.”
Los niños, muy confiados, y
guiándose por su apetito siguieron a la vieja sin desconfiar en
absoluto.Entraron y la vieja encerró a Hansel en un establo, y a Gretel le dijo
que preparara la comida. Los niños se quedaron envueltos en una situación que
no esperaban.
A la mañana siguiente la vieja le
estaba intentando hacer comer a Hansel mucha comida, quería que engordara para
meterlo en el horno y cocinarlo. Hansel no quería que eso pasara, entonces
siempre sacaba huesos de pollo cuando la vieja le pedía que enseñara el dedo,
así que se libró de unas buenas palizas.
Al final, la vieja se hartó y
decidió que iba a cocinarlo. Le dijo a Gretel que preparara el horno, y ella se
hizo la tonta, como que no sabía nada, pero en realidad sabía que su hermano
iba a ser cocinado, entonces tuvo una gran idea, le dijo a la vieja que no
sabía cómo se encendía el horno y esta le dijo “¡anda quita tonta!” y la
empujó, y fue a ver el horno. Cuando metió la cabeza, para encenderlo, Gretel
la empujó del culo y la metió de lleno y cerró la puerta. La vieja se estuvo
cocinando toda la noche.
Gretel, mientras, se fue a ver a Hansel
a los establos y le liberó. Fueron por la casa, con tan buena suerte que
encontraron gemas y perlas y diamantes y oro, entonces se llenaron los
bolsillos y fueron a pasear por el bosque. Vieron un río y decidieron cruzarlo
porque era un río que ya conocían, entonces dijeron, “¿cómo podemos cruzarlo?”
y les ayudó un pato que les llevó hasta la otra orilla. Luego llegaron a su
casa y sus padres no se alegraron mucho de verles, pero cuando les enseñaron
los bolsillos se pusieron contentos, ya nunca más ni sufrirían penurias, pasarían
hambre, serían ricos, qué bien.
Bueno adiós.
Este es uno de esos cuento populares imprescindibles. Me encanta la versión que has elegido Nagore, muchas gracias por compartirla con nosotras, me ha gustado mucho escucharte.
ResponderEliminarQue chulo el cuento
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