Folclore familiar

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lunes, 18 de febrero de 2019

PIENSO, LUEGO INSISTO Ardo en preguntas


 Pensar es una actividad que está infravalorada.

La contemplación de alguien que está concentrado en sus pensamientos despierta preocupación y malestar -“¿Qué te pasa, te noto pensativa?”- Sospechas y miradas suspicaces –“Está muy pensativo, algo trama”- Y veredictos categóricos – “Tu problema es que piensas demasiado”-

Pensar se asocia a personas tristes o intensas, a intrigantes y conspiradores, a postureo y gafapastas. Hasta los libros de autoayuda nos asaltan con el mantra “Piensa menos, vive más”.

Definitivamente, pensar no está de moda. Es algo que casi hay que hacer en la clandestinidad, en la más estricta intimidad, con cierto pudor, como nuestro aseo personal o nuestras necesidades fisiológicas. Sin testigos.

Por suerte, mientras unos insisten en el descrédito, otros libran su particular cruzada para devolverle el sitio que se merece a uno de los actos que más nos humaniza.

Es el caso de la Editorial SM, con el libro de Anne-Sophie Chilar, ilustrado con mano maestra y originalidad por Pascal Lemaitre, “PIENSO, LUEGO INSISTO”. Un libro que dignifica el noble arte de pensar, solo apto para exhibicionistas del pensamiento y espíritus de mente inquieta.


¿Quien soy? ¿Para qué sirve el colegio? ¿Qué es “lo normal”? ¿Por qué hay guerras?

Dedicado a esos expertos preguntadores que tenemos en casa. ¿Cuántas preguntas caben en la cabeza de un niño o de una niña? Infinitas, afortunadamente. En esta obra caben treinta, treinta interrogantes que convierten el arte de pensar en una aventura lúdica y adictiva para compartir con tus hijxs. Un pasatiempo lector en el que te sorprenderá descubrir cuántas respuestas caben en la cabeza de un adulto.

¿Qué es fracasar? ¿Qué quiere decir “ser una chica” o “ser un chico”? ¿Qué es la ira?

Sirviéndose del lenguaje del cómic, por sus páginas desfilan una pandilla de criaturitas con forma de patata que se divierten de lo lindo haciendo preguntas y buscando respuestas sobre la vida y el mundo. Junto a ellos descubriremos que casi nunca hay una sola respuesta, que todas las preguntas son fáciles y difíciles al mismo tiempo y, sobre todo, que lo interesante no siempre es tener las respuestas, sino reflexionar sobre las preguntas.

¿Qué es ser mayor? ¿Para qué sirve el arte?  ¿Qué es justo o injusto?

Este maravilloso juego lecto-conversador anima al niño y a la niña a interrogarse y a construir su propio pensamiento. Pero también a los adultos nos da la oportunidad de revisitar nuestras convicciones, de revisarlas y resetearlas, si se diera el caso. Los más valientes pueden incluso hacer el esfuerzo de conectarse con su niño o niña interior para averiguar cómo hubieran respondido en su infancia. Seguro que hay preguntas que no te hiciste nunca y otras para las que todavía sigues sin tener respuesta.

Me pregunto: ¿Hay preguntas idiotas?

Lo que hay en este libro es mucha reflexión, humor, amor y poesía, para ayudarnos a pensar por nosotras mismas. No en balde su contenido está inspirado en unos talleres de filosofía con niñxs, en los que colaboraron Jean-Charles Pettier y Oscar Brenifier, en calidad de asesores filosóficos, para definir conceptos.

Y no. No hay preguntas tontas, sino tontos que no preguntan, que dirían los personajes del libro.

Así que, solo por esta vez, no te lo pienses demasiado y pregunta por él en tu librería. Si Descartes levantara la cabeza, sería para leerse este libro.






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